lunes, 28 de noviembre de 2016

RON, RUM, RHUM

El ron, también conocido en el mundo como Rum o Rhum, es la bebida destilada por excelencia proveniente de la caña de azúcar. Una de las bebidas más competitivas que existen en el mundo.  En donde hay producción de azúcar refinada también se produce ron. Esta bebida se fabrica en 40 países y existen más de 400 etiquetas.
Su consistencia puede ser ligera o pesada según el procedimiento de su destilado. Si se obtiene directamente del jugo de la caña de azúcar es un ron pesado y si proviene de las melazas, residuos de la producción de azúcar, es un ron ligero, aunque también se hacen mezclas de ambos procesos.

¿Cómo identificar un buen ron?

Se recomienda realizar una evaluación sensorial en tres niveles.

A  la vista
  • Color. El color está directamente relacionado con el añejamiento
    y el contacto con la barrica. Un buen ron debe tener el añejamiento
    y maduración adecuados para que logre una buena
    estructura y complejidad aromática
    que lo haga inconfundible. 
Entre más intenso y oscuro sea su color quiere decir que estuvo más tiempo en barrica. El
tiempo de maduración de un ron es mínimo 2 años en barrica o hasta 14 años en
el caso de rones pesados.
  • Apariencia. La
    bebida debe lograr una buena transparencia y traslucidez del producto. Un buen
    ron debe ser brillante, traslucido y sin ningún tipo de sedimento.
  • Estructura. Cuando
    el ron se sirve en una copa se ve cómo se forman las lágrimas o piernas y entre
    mejor definición tengan de mayor estructura y complejidad es el producto.

Evaluación olfativa

Es necesario identificar la armonía de aromas y fragancias
presentes, que sean redondos y no sean punzantes o con aristas de olores. Los
rones pueden tener múltiples fragancias que recuerden las materias primas como
es la melaza, aromas que recuerden a la madera, por el proceso de elaboración
en barrica, y  también aromas a cuero,
café y chocolate.

Evaluación en boca

En este nivel se confirma las dos evaluaciones anteriores, en vista y nariz. Un buen ron debe ser balanceado en los sabores básicos: amargo, dulce, salado y ácido. No debe haber una tendencia extremadamente marcada de ninguno de los sabores.  A nivel de boca también se confirman los aromas presentes en el ron.
En la boca también se evalúa textura y se ve si el producto es sedoso, aterciopelado o untuoso.
También se puede evaluar la permanencia, la cual debe ser de
mediana a larga, que permita identificar el recuerdo que deja un trago. Una vez que hayas elegido un buen ron podrás disfrutarlo en coctelería o solo, servido en una copa de brandy o coñac, y con un buen corte de carne.

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